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Artículos Saludables

¿Productos naturales o productos artesanales?

¿Productos naturales o productos artesanales?

Está claro que, hoy por hoy, la humanidad está tratando de volver a sus orígenes, revalorando los productos naturales, y eso también está ocurriendo en aquellos destinados al cuidado de la piel, pero ¿es lo mismo un producto natural que uno artesanal?
Aquí te contaremos las diferencias
Los productos artesanales son aquellos que son elaborados en pequeñas cantidades, de manera no industrializada y que, por lo tanto, pueden ser similares entre sí, pero nunca iguales. Ese es, por cierto, su encanto, como cuando compramos un tejido y vemos que la artesana tiene varios más, pero todos tienen pequeñas diferencias.
Es importante tener en cuenta, que lo “artesanal” no es necesariamente “natural”. Por ejemplo, hoy se han popularizado los huevos de “gallinas felices” o “gallinas libres”, donde se alude a su forma natural de vivir -no encerradas eternamente-, pero también de alimentarse, ya que no comen alimentos concentrados, sino que “pastorean”, lo que garantiza la calidad del producto. Por otro lado, cuántas veces te habrá pasado que compraste huevos de campo a algún conocido de la zona rural, con la ilusión de encontrarte con el verdadero sabor de antes, una yema de color más intenso, etc. y no notaste mucha diferencia con los huevos del supermercado. ¿Por qué? Porque aunque las gallinas tengan una vida más libre y la producción sea a pequeña escala (artesanal), en especial en la época invernal, son alimentadas con los mismos concentrados que utilizan en la industria.
En el caso de los productos del cuidado de la piel, el tema es aún más complejo, ya que es algo que estarás aplicando permanentemente y pueden suceder dos cosas: no produce el efecto prometido o genera alguna reacción negativa en tu piel.
Los productos naturales, por su parte, son aquellos que perfectamente se pueden producir en procesos industrializados, pero cuyos componentes principales y en su gran mayoría son de origen natural. La ventaja es que su elaboración es desarrollada bajo altos estándares de calidad y debe estar formalizado en el Instituto de Salud Pública (ISP).


Cuando compras un producto formalizado, es decir, registrado en el ISP, significa que cumple con una serie de requisitos:
  • Debe estar elaborado en ambiente controlado: Esto quiere decir que, gracias a ese control, en su proceso de fabricación, el producto no está expuesto a microorganismos u hongos que pudieran afectar la salud de tu piel, dando seguridad en este aspecto al consumidor.

  • Debe contener lo que dice: La maravilla de esto, es que si tu crema está registrada y dice que contiene ácido hialurónico, es porque tiene¡

La proporción de componentes debe ser la adecuada: Hay sustancias que tiene limitación, es decir, deben incorporarse hasta en cierto porcentaje en la fórmula, porque si se agregan en exceso, pueden producir reacciones adversas en la piel. Esto ocurre, por ejemplo, con la vitamina C.

Sus propiedades deben ser reales: Este requisito es fundamental, porque una espuma de limpieza podría contener aceite de coco, por ejemplo, y podría decir que gracias al aceite de coco tiene un efecto astringente, sin embargo, esa no es una propiedad de dicho componente.

Debe contener los componentes suficientes para producir los efectos deseados: Este punto se relaciona con los dos anteriores, puesto que el producto no debe tener exceso de ciertas sustancias, pero debe contener la cantidad necesaria para que sea efectivo en las propiedades que indica.

Debe haber estudios que acrediten las propiedades de los componentes: No es tan simple como poner que una sustancia sirve para algo, sino que tiene que estar acreditado a través de estudios. En nuestro caso, por ejemplo, tenemos estudios que avalan el efecto antioxidante y cicatrizante de la murta.

Ya lo sabes, tu piel es delicada, por lo que es importante que uses productos que cuenten con su registro y formalización correspondiente. De esta forma, cuidarás tu salud y obtendrás los efectos que buscas en cada producto.
 
Y adivina qué. Por supuesto, todos y cada uno de los productos Guava Baya cuentan con su formalización correspondiente

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